PRESENTACIÓN

 

 

La poesía ha sido desde el principio piedra fundamental en Fractal. Una parte amplia de casi cada número se dedica a la publicación de poemas, y de manera regular se incluyen tanto entrevistas largas a poetas como ensayos sustanciosos sobre poesía. Es uno de los modos radiales de su pensamiento, y el diálogo que establece con las otras disciplinas que convergen aquí forma uno de los nudos de la visión del mundo que la revista intenta.

Dedicarlo únicamente al ensayo de poesía va en línea con otros números monográficos en los que Fractal ha intentado argumentar lo real. En este que ahora presentamos se dan posiciones a veces opuestas, a veces solapadas, sobre su significado, importancia y manifestación. Los diversos puntos de vista acerca del poema enriquecen una discusión siempre renovada y necesaria.

 

De la función de la imagen a la vigencia de la voz, del luminoso lugar ameno a la oscuridad de su arte, de la tensión entre la construcción de una forma y su continua deformación, de su realidad concreta y la abstracción por la que a veces propugna, los distintos parajes visitados dan idea de su vasta jardinería. Y el retrato del poeta chino Gu Cheng como un emblema perturbador, en quien se dibujan de manera dramática los logros y deslaves que los otros ensayos apuntan.

Algo de esfinge tiene el poema, que al mismo tiempo da respuesta neta a momentos individuales de vida y abre abismos de interrogación. Un poema es en el mismo instante de su manifestación contundente y evasivo. Su contundencia es indiscutible pero su evasión es siempre perseguible. El pensamiento sobre poesía reproduce el gesto de su escritura. La imposibilidad de la poesía por alcanzar al tigre de lo real es remedada en el gesto de quien escribe sobre ella. Los ensayos aquí publicados manifiestan una individualidad sospechosa. Los temas se tocan pero los vectores que siguen van siempre distanciándose.

Es notable la presencia de figuras de pensamiento científicas en casi todos ellos. Como si la ciencia volviera a ser, para la poesía, no una pieza de confrontación sino una red de elementos que permiten su incorporación. La ciencia ha ido dispersando sus propios paradigmas, y a la vez se ha ido desequilibrando en ellos. En la física y la biología, en la matemática y la química, han aparecido espacios de penetración en los que el pensamiento poético intercala sus argumentos. A la vez, esos pliegues y despliegues que aparecen cada vez más en la ciencia producen explicaciones de necesidad para la realidad del poema en el ámbito humano.

Falta todavía para que estas dosis de sentido común que aparecen en los poemas y en los ensayos sobre poesía recuperen su espacio de necesidad en la argumentación pública contemporánea. El énfasis puesto en este número no se reduce a esta presentación, sino que hace continua referencia a los poemas y ensayos que durante más de cuarenta números se han ido publicando, y lo seguirán haciendo.

PS