RODOLFO HÄSLER

El embarco a la isla de Citerea

 

EL RAPTO

Devoraba la carne del imponente toro, que impetuoso,
coronándola de rosas y colmándola de bienes
convirtiola en una ínsula que en todo asemejaba
al más hermoso reino de este mundo.

 

LA PARTIDA

El dos es una casa donde las estrellas titilan encima
de todas las cabezas, el aire blanco, refractario, perfora
los convenidos puntos cardinales. Dices siete palabras
mágicas y un incendio podría despojarlo todo de sentido.

 

NAVEGACIÓN

El tres conoce la amargura de morir en el fuego
cárdeno de cada atardecer.

 

 

ANTE EL ESPEJO

Cuatro escalones o cuatro veces el número cuatro
para atravesar nada más que una puerta,
y del otro lado tomar los atributos de la fuerza.

 

PRIMAVERA

El cuerpo y el espíritu, ambos juntos, suman cinco,
la llave, la cifra clave para empezar la vida,
los cinco elementos bajo apariencia sagrada de libélula.

 

OFRENDA A VENUS

Todo cuando florece, todo lo que germina
es un reflejo del oscuro mirto que nace entre las olas.

 

LAS MUSAS

Las langostas y las hormigas destrozan un poema
catalán que terminé para mi cumpleaños, y sueltas
sobre el papel quedan vocales y consonantes
en el mayor desorden.

 

Rodolfo Häsler, “El embarco a la isla de Citerea”, Fractal nº 27, octubre-diciembre, 2002, año VII, volumen VII, pp. 57-60.